Esta entrada surge a raíz de mis reflexiones tras el seminario «Dolor crónico: neurociencia y biopsicosocialismo frente al Lado Oscuro» que impartió el profesor Rafael Torres el pasado sábado en la Facultad de Fisioterapia de la UV organizado por ICOFCV. Todos nos dimos cuenta que en mayor o menor medida…el Lado Oscuro está por todas partes.

«El Lado Oscuro de la Fuerza es un camino que puede aportar facultades y dones que muchos no dudan en calificar de …antinaturales.» (Palpatine)

Por si alguien no lo sabía (como yo mismo), el Lado Oscuro es el camino más fácil para adentrarse en los poderes de la Fuerza. Esto, además, genera una fuerte idea de poder y de dominio, lo que le hace extremadamente tentador de cara a todos los «sensibles a la Fuerza». Cuando cualquier profesional sanitario se deja llevar por sus intereses, sus pretensiones de crecimiento económico, su ambición, su falta de ética profesional o su miedo al cambio se considera inmerso en el Lado Oscuro, situación de la que pocos llegan a salir, pues es una senda difícil de abandonar por lo atractivo de su uso. En estos casos, el paciente nunca es y será el punto central en la toma de decisiones clínicas sino las pretensiones e intereses del propio sanitario. Sí, suena muy mal pero es la cruda realidad a día de hoy…

La falacia es un argumento común que usan los inmersos en el Lado Oscuro. Algunas falacias se cometen intencionadamente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a la ignorancia del que las comete. Esto es lo más común porque la mayoría de nosotros solemos querer pensar que tenemos mucho conocimiento aprendido y no asumimos lo poco que sabemos en realidad o lo mucho que nos queda por conocer. Incluso el más experto se hace inconsciente y genera su «verdad» fruto del acomodamiento egocéntrico. En ocasiones las falacias pueden ser muy sutiles y persuasivas, por lo que se debe poner mucha atención para detectarlas. El engaño es fácil si consideramos el principio de autoridad tan frecuente hacia alumnos y pacientes. La Fuerza en estos casos puede desencadenar daño y degradación con efectos devastadores.

Ahora veamos esto…

Modelo-miedo-evitacion

El dolor es una experiencia consciente de cada persona. La memoria interviene en el proceso de aprendizaje de cada sujeto y esto nos puede ayudar a entender lo que puede estar ocurriendo en la experiencia dolorosa de cada paciente. Tener miedo o no querer entender lo que le ocurre a cada paciente a nivel biológico, psicológico y social es la característica principal de alguien que está inmerso en el Lado Oscuro. Las falacias harán que el sanitario se encuentre cómodo y con la conciencia tranquila para seguir dejándose llevar por el poder de la Fuerza. La prolongación del sufrimiento y búsqueda de la causa del dolor ya solo será culpa de cada paciente, la Fuerza hará lo que tenga que hacer para tapar los ojos al terapeuta dentro de su resistencia al cambio y colaborar al círculo vicioso del dolor crónico (en algunos muchos casos). La Fuerza impedirá que el paciente tome las riendas, ninguneará su autoeficacia y generará total dependencia al terapeuta. El paciente no tendrá la oportunidad de curarse si se deja llevar por este terrible poder y seguirá con su problema durante toda su vida. Sí, la Fuerza puede favorecer la epidemia del dolor crónico en los pacientes.

¿Anamnesis?…¿para qué?, mientras tengamos un modelo favorito en nuestro abordaje terapéutico no hace falta conocer bien qué ocurre en la experiencia de cada paciente. Con cuatro cosas que nos cuente sobre sus signos o síntomas será suficiente para nuestra justificación…

Pero claro está, yo hago Razonamiento Clínico en mi consulta. ¿Cómo me voy a equivocar?…esto está de moda. Si haces Razonamiento Clínico (o lo que crees que es el RC) ya eres mejor fisio…o por lo menos suena mejor. Es una pena y suerte al mismo tiempo que algo que lleva tantos años practicándose en fisioterapia a nivel internacional (Maitland, Jones, Grieve, etc…) sea ahora una moda en nuestro país. Bien, ¿pero sobre qué razonamos?, teorías varias como tensiones a distancia por un sistema de fascias que se conectan entre sí, sobre unos huesos del cráneo que se mueven, sobre un piramidal contracturado causa de todo dolor en la nalga, sobre una cadena ascendente que provoca un dolor de cabeza por un mal apoyo del pie, por un líquido cefalorraquídeo que no fluye bien, por un sistema de clasificación sin plausibilidad, por las insuficientes reglas de predicción clínica, por una técnica revolucionaria que todo lo cura, por un canal energético obstruido, por una vértebra que está fuera del sitio, por un tendón hipoecogénico que hay que churrascar, por un movimiento que cambia los síntomas del paciente o, a un nivel falaz de infinita superioridad, las emociones que causan la enfermedad…¿en qué fuente de conocimiento justificamos nuestro razonamiento?, ¿estamos en el Lado Oscuro?, ¿razonamos en base a teorías aceptadas por la ciencia actual (estudios de calidad) o por nuestra ignorante comodidad fruto del poder de la Fuerza?.

En lugar de aceptar como la verdad aquellas falacias difícilmente identificables por mi falta de conocimiento que profesores de Universidad me contaban diariamente (dejados llevar por la Fuerza), algo me decía en mi cabeza «Jesús, no creas lo que te está diciendo este tío que acabarás mal, muy mal». Quizás porque ya me habían pegado varias patadas en el culo a lo largo de mi vida era consciente de que ya estaba lo suficientemente degradado y no me quería degradar más. Ha llegado el punto en que tampoco quiero opinar demasiado sobre las falacias y creencias de otros porque no quiero enfermar ya que tengo una familia que me quiere. Pensaré conscientemente en las mías propias que las hay…y mucho. Este es el razonamiento que puede hacerte evolucionar, ser consciente de tus propias falacias para evitarlas y huir del lado oscuro (siempre presente). Prefiero seguir mi camino y dejar en paz a aquél que vive feliz en el Lado Oscuro. Claro está que quien se ha montado bien el chiringuito y está ganando dinero gracias a ello, difícilmente se le va a hacer salir de ahí…el poder de la Fuerza impedirá cualquier tipo de autopensamiento crítico. La cómoda y beneficiosa razón siempre será la misma.

Pero el poder de la Fuerza es muy sabio. Si hay escepticismo sobre algo que practicas con tus pacientes…¡publica un artículo que muestre su eficacia!. Claro, un poco de pasta por aquí o por allá, se manipulan los resultados del estudio y, ¡uhalá!, se ha convertido en ciencia lo que todo el mundo está poniendo en tela de juicio. Existe mucha investigación, cada vez más, pero hay que pensar en cuál es la justificación a tanta investigación y la calidad metodológica de ésta. De todo lo que se publica, como todo, habrá que tener en cuenta solo una parte y no cualquier publicación…debemos ser exigentes y no creer todo lo que se dice en las conclusiones de un estudio.

Pensemos en el posible peregrinaje terapéutico de un paciente que entra a nuestra consulta, de sus numerosos diagnósticos erróneos y la información nociva que éste haya podido recibir (teorías del Lado Oscuro). Luego pensemos en lo que pensamos (metacognición) y de si estamos atribuyendo nuestro diagnóstico o teoría (falaz) favorita a los signos y síntomas que describe cada paciente. Pero, sobre todo, ¿podemos responder las siguientes preguntas a nuestro paciente?:

  • ¿Por qué tengo este dolor?
  • ¿Qué problema tengo?
  • ¿Puede hacer algo por mí?
  • ¿Cuál es mi pronóstico?
  • ¿Existen otros profesionales que me puedan ayudar?

Seamos responsables, estudiemos mucha anatomía, fisiología y patología para ser capaces de identificar claramente un patrón clínico concreto. Huyamos de las técnicas como principal herramienta de trabajo. Aprendamos del conocimiento que nos aporta la ciencia más actualizada y de calidad. Centrémonos en nuestros pacientes. Huyamos del poder de la Fuerza. Seamos profesionales. Consideremos el buen trabajo que puedan hacer otros profesionales por el bien de nuestro paciente. Seamos honestos. Seamos conscientes de nuestras limitaciones, presentes tanto en los noveles como en los más experimentados (quizás experimentados ciegamente desde el Lado Oscuro).

El miedo a salir del Lado Oscuro es la principal barrera en la recuperación de un paciente.

¡Ánimo!, ¿hacemos un esfuerzo en salir del Lado Oscuro?

Jesús Rubio

Fisioterapeuta en constante lucha interna

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