El mareo como síntoma se refiere a varias sensaciones anormales relacionadas con la percepción de la relación existente entre el cuerpo y el espacio (Sloane, 1996). Es un término inespecífico que puede ser expresado por un paciente como visión borrosa, sensación de cabeza hueca, sensación de desmayo, sensación de nadar o flotar, inestabilidad, desequilibrio, confusión mental o vértigo, en ocasiones acompañado de náuseas (Lawson, 2005). El agrupar diferentes síntomas en un mismo término, ha impedido una adecuada caracterización de lo que realmente significa el término mareo. Determinar la etiología exacta del síntoma mareo es difícil, frecuentemente debido a la coexistencia de cambios relacionados con el envejecimiento y a la presencia de comorbilidad en los sistemas musculo-esquelético, cardiovascular, neurológico y vestibular, los cuales están relacionados estrechamente con la postura y el equilibrio (Lawson, 2005). Existen controversias considerables en los diagnósticos causales, por ejemplo, la enfermedad vestibular periférica se reporta de 4% a 71% de los casos, la enfermedad cerebrovascular de 6% a 70%, las causas cardiovasculares de 28% a 48%, la hipotensión postural de 2% a 15%, los desórdenes psiquiátricos de 6% a 40% y múltiples diagnósticos entre 0% y 85% de los casos, donde podemos incluir el mareo de origen cervical (Lawson, 2005; Tinneti, 2000; Furman, 1996).

Para referirse a las sensaciones de mareo e inestabilidad que experimentan los sujetos con disfunciones de la columna cervical, sería más apropiado hablar de mareo y reservarse el término vértigo al que tiene su origen en el sistema vestibular. La relación entre la columna cervical y el mareo ha sido y sigue siendo cuestionada por todo lo anterior. Sin embargo, esta controversia se deriva más de la utilización del término “vértigo” que de la aceptación de que los sujetos con patología cervical experimenten sensaciones similares a éste (Meadows, 1994; Neuhauser, 2004). Para considerar la posible presencia de mareo de origen cervical debe existir, a priori, una relación temporal entre el mareo y otros síntomas presentes en la columna cervical. Por lo tanto, la disminución del mareo debería asociarse a la mejoría del dolor cervical (Wrisley, 2000), siendo siempre necesario realizar un adecuado diagnóstico diferencial respecto a otras etiologías.

El mareo cervicogénico ha sido definido por Furman y Cass (1996) como una sensación inespecífica de alteración de la orientación en el espacio y desequilibrio, originados por una actividad aferente anómala proveniente de la columna cervical. Esta teoría, defendida también en otros estudios (Brandt, 2001; Borg-Stein, 2001; de Jong, 1977), fundamenta la base fisiopatológica del mareo cervicogénico en que la información aferente de los músculos cervicales profundos y de los propioceptores articulares puede alterar el sistema sensoriomotor cervical e influir en el control de la postura junto al sistema visual y vestibular. Así mismo, la calidad de la regulación del sistema postural (propioceptivo cervical, visual y vestibular) depende no sólo del buen funcionamiento de los diferentes captores sensitivos sino también de la integración sensorial de todas las informaciones obtenidas en el sistema nervioso central (SNC), donde los procesos fisiopatológicos asociados al envejecimiento pueden tener un papel clave en el desarrollo de esta condición. Por tanto, podríamos decir que el mareo no sería provocado por alteraciones intrínsecas de la columna cervical sino más bien por alteraciones en el procesamiento de la información en el SNC. De ahí a que la afirmación de que la columna cervical pueda ser fuente de origen del mareo no sea del todo correcta. La neurociencia hace que podamos poner en duda esta cuestión.

Mareo

Basándonos en la definición de Lephart (2000), el sistema sensoriomotor cervical puede ser el principal responsable del mantenimiento de la estabilidad funcional de la columna cervical. Este complejo sistema incorpora tanto la información aferente propioceptiva de diferentes estructuras vertebrales (facetas, músculos, etc.), sistema visual y vestibular como la información eferente integrada y procesada por el sistema nervioso central (SNC) (Treleaven, 2008). La información procesada puede “descoordinarse” cuando uno o varios de estos sistemas sufre alteraciones en el procesamiento de la información enviada a centros superiores del SNC, sobretodo en pacientes que sufren dolor cervical (Treleaven, 2008).

En la bibliografía consultada se recomienda un abordaje multimodal para pacientes que sufren dolor cervical y/o mareo mediante cuestionarios como el Neck Disability Index (NDI), Escala Visual Analógica (EVA), GHQ-28, Dizziness Handicap Inventory (DHI), etc. así como la evaluación y tratamiento local cervical en combinación con reeducación de la movilidad cervical, ejercicios de estabilización y de coordinación de seguimiento ojo-cabeza (Treleaven, 2008). Treleaven (2008) da mucha importancia en sus estudios al tratamiento y manejo del control sensoriomotor en pacientes con dolor cervical y mareo haciendo hincapié en que hay que intentar mejorar la propiocepción cervical y el control de movimiento ocular respecto a la cabeza. En este aspecto, Della Casa et al. (2014) han evidenciado alteraciones del control oculomotor en sujetos con dolor cervical crónico a diferencia de sujetos sin dolor cervical postulando la posibilidad de aparición del mareo en este subgrupo de pacientes.

Jesús Rubio

Fisioterapeuta

BIBLIOGRAFÍA:

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Lawson J, Bamiou DE. Dizziness in the older person. Rev in Clin Gerontol 2005; 15: 187–206.

Tinneti M, Williams C, Gill TM. Dizziness among older adults: a possible geriatric syndrome. Ann Int Med 2000; 132: 337-44.

Furman J, Cass S. Balance disorders: a case-study approach.Filadelfia:F.A;1996.

Meadows J, Magee D. An overview of dizziness and vertigo for the orthopaedic manual therapist. En: Boyling J, editors. Grieve´s modern manual therapy. The vertebral column. 2ª ed. Londres:Churchill Livingstone; 1994.p.381-9.

Neuhauser H, Lempert T. Vertigo and dizziness related to migraine: a diagnostic challenge.Cephalalgia 2004;24(2):83-91.

Wrisley DM, Sparto PJ, Whitney SL, Furman JM. Cervicogenic dizziness: a review of diagnosis and treatment. J Orthop Sports Phys Ther. 2000;30(12):755-66.

Brandt T, Bronstein AM. Cervical vertigo. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 2001;71(1):8-12.

Borg-Stein J, Rauch S, Krabak B. Evaluation and management of cervicogenic dizziness. Clinical reviews in physical therapy and rehabilitation medicine. 2001;13(4):255-64.

de Jong PT, de Jong JM, Cohen B, Jongkees LB. Ataxia and nystagmus induced by injection of local anesthetics in the neck. Ann Neurol. 1977;1(3):240-6.

Lephart SF. Proprioception and neuromuscular control in joint stability; 2000. Leeds.

Treleaven J. Sensorimotor disturbances in neck disorders affecting postural stability,head and eye movement control. Manual Ther 2008;13:2-11.

Della Casa E, Helbling JA, Meichtry A. Head-eye movement control tests in patients with chronic neck pain;inter-observer reliability and discrimínate validity. BMC Musc Disorders, 2014;(15):16.

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